jueves, 27 de octubre de 2016

CAMPAÑA EL SEÑOR DE LOS ANILLOS 216. SEGUNDA PARTIDA

Segunda parte de una mañana intensa...


LAS REGLAS

El lado de despliegue de cada jugador se realizará con una tirada de dado después de colocar todos los marcadores en el terreno. El jugador que encontró el mapa en la partida anterior podrá desplegar a 6 um de su borde y además tendrá la iniciativa. El otro jugador desplegará su compañía en contacto con su borde de la mesa. En caso de empate ambos jugadores desplegarán en contacto con el borde.

Objetivo:

El objetivo de ambos bandos es hacerse con el mayor número de fragmentos posibles. Para buscar un fragmento se ha de gastar un turno de combate sin combatir junto a un marcador y tirar 1D6: con un resultado de 1, no se encontrará nada; con un 2-5, el guerrero encontrará una moneda adicional para su banda y con un resultado de 6 encontrará un fragmento.

Cuando un guerrero recoge un fragmento o moneda puede seguir buscando más. Si muere dejará en el lugar de su muerte tantos fragmentos como llevara encima (las monedas contarán para su compañía).

Dada la importancia de estos fragmentos cualquier guerrero puede decidir ponerlos a salvo en cualquier momento, dirigiéndose hacia cualquier borde del tablero para escapar de la lucha. Por cada fragmento rescatado de esta manera, la compañía obtendrá un punto de victoria (sólo los guerreros con uno o varios fragmentos pueden abandonar el campo de batalla).

El final de la partida se alcanza si la fuerza enemiga por debajo del 25% de sus efectivos iniciales (se contarán como baja los guerreros que abandonaron el juego con fragmentos). Y se hará el recuento de los fragmentos, enviando el resultado en el reporte ( por ejemplo jugador 1: 2 fragmentos, jugador 2: 1 fragmento).


LOS CONTENDIENTES

Tras ver quiénes sobrevivían y las monedas de oro que teníamos, los nuevos ejércitos fueron estos:

JORNADA PRIMERA B 02


JORNADA PRIMERA B PETER_PRO 02



ENTRE LOS RESTOS

Durante más de cinco horas estuvo corriendo Slimsi sin mirar hacia atrás, el plan era que si había problemas había que ir a un punto de encuentro que no distaba mucho de las cabañas de piedra, estaba relativamente cerca, pero para evitar que los siguieran debían evitar el camino más fácil, por lo que, conociendo bien el terreno como lo conocía se encaminó hacia el sur y tras pasar por un collado bastante angosto, se dirigió hacia el este otro buen trecho, para finalmente seguir la corriente de un riachuelo e ir deshaciendo el camino, primero al norte y luego, por fin hacia el oeste, hasta llegar a la cueva donde habían montado campamento hacía una semana. Llegó exhausto pero contento, había conseguido el mapa, él lo había logrado, y había desafiado a varios elfos, se había enfrentado valientemente a ellos, y había regresado con vida… ¡y con el mapa!.
Sin embargo no había rastro de nadie cuando llegó, pensó primero que estarían buscándolo, pero pronto se dio cuenta de que no sería lógico, habían acordado encontrarse allí, no ir a buscar a los posibles supervivientes, así que se sentó en lo más hondo de la cueva y por el cansancio se quedó dormido.

No sabía cuánto tiempo había pasado cuando alguien lo agitó cogiéndolo por el cuello, sobresaltado intentó hacerse con su daga bajo el tabardo, pero no estaba, cuando por fin entendió lo que pasaba se tranquilizó, era Hörr.

- ¿Sigues teniendo el mapa verdad? – Le preguntó al instante que vio que recobraba la consciencia.
- Sí, aquí está – Respondió Slimsi tocándose el pecho, y henchido de orgullo.
- Bien, sigue guardándolo, tenemos que volver a por los heridos, creo que no todos los nuestros han muerto, pero hay que tener cuidado, así que mejor, esconde el mapa antes de salir, nos vamos en un rato.

Slimsi guardó el mapa dentro de una jarra de vino fuerte que se había tomado a modo de tentempié, luego recogió un escudo que había en el suelo, no sabía bien de quién era, pero ahora lo usaría él, y su pico, se dirigió hacia donde estaba Hörr, que conversaba con un orco de piel rojiza, sin duda un mercenario porque llevaba una marca de herraje en la frente, señal de que perteneció a algún dueño despiadado y que ya libre trabajaba como mercenario al mejor postor.
Tal y como había entendido durante la batalla sólo él y Hörr habían logrado sobrevivir, aunque como bien decía su sargento, “No todos habrán muerto”.

Durante el resto de la noche Slimsi, Hörr y Härald, que era como se llamaba el orco rojo, caminaron hasta el claro del bosque donde revisaron los cuerpos tumbados, comprobando que solo Rogtko estaba muerto, al resto los incorporaron y se los llevaron a la cueva, esta vez con un rodeo más pequeño.
Las heridas eran bastante importantes en el Capitán Gülash, Gûntho y Gruggs, los tres habían sido alcanzados por armas élficas en lugares peligroso y por ejemplo Gruggs recibió un flechazo cerca del corazón, por lo que estaba muy débil, mientras Gülash tenía el brazo casi colgando de un tajo con espada que le propinaron y Gûntho un corte muy profundo en una pierna, los tres necesitarían algo de reposo.
Sin embargo el resto del grupo no estaban especialmente malheridos, Rüding y Bjurn incluso ayudaron a los tres primeros a transportar a los más débiles, y Zurgôh tampoco estaba muy magullado.
Por si fuera poco cuando a Gülash le contaron que su wargo Wogga peleó un buen rato con el enemigo el Capitán comenzó a silbar para llamarlo, puesto que el cuerpo no estaba allí, y casi llegando a la cueva apareció el bravo animal, también con una herida, pero a galope tendido.

No muy lejos de la cueva cuatro Altos Elfos y un Hombre de Númenor cenaban un trozo de lembas con hidromiel, poca cosa, pero un manjar que los mantendría con fuerzas para las próximas batallas, y es que Aegnor a pesar de haber perdido la batalla no había perdido la esperanza de recuperar el mapa. Sigilosamente habían llevado a Maglor el arquero lejos del claro para comenzar con las curas, y habían dado un entierro digno a Galion. Luego se habían apresurado a buscar el rastro de los orcos, y tras unas cuantas horas de búsqueda habían conseguido llegar no muy lejos de la cueva, y con la gran vista de los elfos habían localizado al enemigo y preparaban una emboscada para cuando Maglor estuviese mejor, con él serían cinco y tendrían más oportunidades.
Aegnor se arrepentía de no haber rematado a los orcos caídos antes de abandonar el campo de batalla, pero la premura en la persecución del orco que llevaba el mapa le había hecho no ser cuidadoso en ese aspecto, no volvería a repetirse se decía una y otra vez.

Cuado el alba comenzaba a despuntar sobre el cerro frente a la cueva por fin Gülash y Hörr se decidieron a echar un vistazo al mapa que Slimsi había encontrado y sacado con éxito de la batalla evitando a los odiosos elfos.
En un primer vistazo no entendieron demasiado, sin embargo poco a poco fueron hilando las letras, uniendo marcas y entendieron que era el mapa, en él se hablaba del lugar donde se escondía un importante tesoro humano, y que sería muy interesante llevar a manos de Saruman, un estandarte de las tropas de Isildur que ondeó en la batalla de la Segunda Edad y que sin duda les reportaría mucho prestigio en Mordor.
El lugar que se describía en el mapa no era otro que el claro en el que habían luchado el día anterior, y se indicaban varias cruces, hasta diez, sobre el terreno. Tenía mucha lógica que el lugar fuera el claro, por eso habían ido hasta allí, lo que no habían hecho el día anterior era buscar otra cosa que el mapa, quizás si hubieran buscado el estandarte no tendrían que regresar en breve.

Turno 1.
Los orcos cuentan con la iniciativa y se acercan rápidamente a varios de los puntos marcados como lugares de en los que podría estar el estandarte, a lo lejos ven como aparecen los cuatro elfos y el Numenoreano desde la espesura norte.

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Turno 2.
Slimsi encuentra una moneda de oro en el lugar indicado, pero ni rastro del estandarte, lo mismo le ocurre a Bjurn y Härald, que han buscado en otros puntos.
De pronto se escucha pasar una flecha lanzada desde la lejanía, rozando a uno de los orcos, que se agachan instintivamente.

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Turno 3.
También los elfos han llegado a puntos marcados pero sin suerte, encuentran tres monedas de oro.
Se produce otro disparo élfico, pero parece que la puntería no está muy allá tras el descanso y la flecha se reúne con la anterior en la espesura del bosque.
Además Wogga sale corriendo y carga contra Saeros sin llegar a herirlo, pero le impide avanzar a buen ritmo y lo traba en combate un buen rato.

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Turno 4.
De pronto se escucha una algarabía en la zona central y los orcos ven cómo Aegnor se hace con un trozo de estandarte, junto a él está Maglor que apunta a Hörr, esta vez se lo piensa dos veces y su flecha logra alcanzar al orco, que sin embargo no es herido.
En el flanco derecho Turgon encuentra otra moneda de oro, pero no hay rastro de más trozos de estandarte. Y en el flanco izquierdo se escucha el chillido espeluznante de Wogga al ser alcanzado por la espada de Saeros.

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Turno 5.
Aegnor se bate en retirada con el trozo de estandarte encontrado, sin mirar hacia atrás y sabiendo que Maglor le cubre las espaldas con su arco, con el que vuelve a impactar en Hörr, pero el orco es sargento de los orcos por algo y ni se inmuta.
Otro de los elfos encuentra otra moneda de oro, mientras en el resto de puntos marcados Zurgôh, Bjurn y Hörn hacen lo propio, sin embargo, en el lado derecho de la batalla Rüding comienza a vociferar que lo tiene, y sí, ha encontrado otro trozo de estandarte en el último punto de interés.

Turno 6.
Rüding está exultante ya que ha conseguido un trozo de estandarte y se retira rápidamente hacia la espesura del bosque para ponerse a salvo, habían llegado al acuerdo de que el que encontrara un trozo de tela se iría al punto de encuentro, así que corrió hacia la cueva.
Ante la cercanía de un enemigo que parecía ir a por Rüding Härald hace muy bien el trabajo para el que se le contrató y va a por él, pero es un hombre de Númenor, y su adiestramiento es mucho mejor que el del mercenario. Tras un forcejeo Turgon logra acabar con Härald, pero Rüding está ya lejos.
Tres de los orcos se miran y se lanzan a por Saeros, el sargento elfo que avanza solitario por la izquierda, y que al verlos venir alza su espada élfica desafiante y comienza a recular hacia el borde del bosque… ¿un elfo con miedo?...

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Turno 7.
Aegnor llega al borde del bosque y se pierde en el bosque no sin a ntes echar un último vistazo a la situación: Tres orcos van hacia Saeros, Turgon parece ir a por el orco con la calavera y Maglor se dispone a disparar con su arco a uno de los orcos que van hacia Saeros. “Suerte” piensa Aegnor y comienza a correr por entre los árboles sin mirar más atrás.
Turgon efectivamente va a hacia Hörr, y de un certero lance hiere al orco que cae gritando al suelo.

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Turno 8.
Con la muerte de Hörr parece cundir el pánico entre los orcos, se ven sin su líder y solamente quedan tres, eso sí, todos cercanos, se miran y comienzan a huir hacia el bosque (ninguno de los tres logra pasar el chequeo de valor), antes de ponerse a cubierto Maglor efectúa un disparo y alcanza a Bjurn que cae al suelo pero se vuelve a levantar, parece que se va a escapar con los demás, que además avanzan rápidamente hacia el lateral, y Saeros y Maglor están demasiado lejos, y aunque éste último vuelve a coger una flecha, los orcos parecen estar ya a salvo.

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Turno 9.
En el momento que tiene la flecha preparada Maglor ve cómo los los tres orcos se han puesto a cubierto tras una cabaña justo al borde del bosque, uno de ellos, Slimsi corre ya por entre los árboles (vuelve a fallar el chequeo de valor y se escapa definitivamente del tablero de juego), mientras Bjurn y Zurgöh se paran un momento para coger resuello.

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Turno 10.
Los elfos han echado a correr en la dirección que están o estaban los orcos, pero cuando llegan ya no hay ninguno allí, se les han escapado.


RESULTADO PARTIDA 02.

Empate Oscuridad (karavatis) y Luz (Peter_Pro) se llevan cada uno un trozo de estandarte.

Tanteo de monedas:
- Luz 5
- Oscuridad 11

Tanteo de Valor al final:
- Luz 70
- Oscuridad 81

Bajas de la batalla:
- Luz. 0 Muertos.
- Oscuridad. 1 Orco muere (el Mercenario), 1 orco se recupera sin daños (6) y el wargo se queda (5).


VALORACIÓN DE LA PARTIDA 02.

No sé si será por lo larga que fue la primera, pero esta fue rapidísima, quizás también porque había menos minis sobre el tablero.
La verdad es que estuvo emocionante, porque hasta el último objetivo había perdido, pero saqué el 6 que necesitaba para al menos rascar un empate. Eso sí, la ventaja que obtuve al haber ganado la primera era bestial: En dos turnos estaba en los objetivos, él tardó dos más, luego la suerte hizo que él encontrase antes el estandarte.
Buena partida, aunque un poco corta.


DATOS FINALES TRAS LA JORNADA PRIMERA

VALOR:
- Luz: 70
- Oscuridad: 81

MONEDAS:
- Luz: 9 Monedas de oro.
- Oscuridad: 13


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